DEL ESPÍRITU DE LAS LEYES

DEL ESPÍRITU DE LAS LEYES

Autor:
Fecha: 1748
Páginas: 1112 páginas (tres tomos).
Precio: 49.96€
47.46€ (I.V.A. Incluído)
sin gastos de envío. Precio especial Hasta agotar existencias.




En el siglo V a.C. Sócrates –el célebre filósofo griego– afirmó que “el pasado tiene sus propios códigos y costumbres”; es decir, aquel ciudadano del mundo, como él mismo solía definirse, ya era plenamente consciente, hace dos mil quinientos años, de la necesidad de conocer las normas más antiguas.
Con ese espíritu, Lex Nova pone a su disposición un amplio catálogo de ediciones facsimilares que reproducen muchos de los textos que forman parte ineludible de nuestro legado histórico y jurídico que, por aquel entonces, alcanzó una indudable trascendencia internacional.
Etimológicamente, el término “facsímil”, según el Diccionario de la Real Academia Española de la Lengua, procede del latín fac –imperativo de “facere”, hacer– y de simile, semejante, y se puede definir como “la perfecta imitación o reproducción de un escrito”.
 
PRESENTACIÓN DE LA OBRA
 
Una de las obras clave del pensamiento político de todos los tiempos.
 
La teoría de la separación de poderes enunciada por Charles-Louis de Secondat, barón de La Brède y de Montesquieu (1689/1755) –”No hay libertad si el poder judicial no está separado del legislativo y executivo”– es tan sólo uno de los momentos cumbres de este libro; probablemente, el más importante de todo el siglo XVIII y un verdadero clásico desde que se publicó en Ginebra en 1748.
 
Montesquieu tardó cerca de viente años en escribir “Del espíritu de las leyes”; obra ingente que “empecé y dejé” en numerosas ocasiones, entregando “mil veces á los vientos las hojas que había escrito” y que, finalmente, concluyó, con más de 1.000 páginas –hojas perennes– que le ofrecen una lectura imprescindible de contenido político, jurídico, sociológico, religioso e histórico.
 
Lex Nova pone ahora a su disposición, por primera vez, este cuidado facsímil que reproduce, en tres tomos, la edición que publicó el anónimo licenciado M.V.M. en Madrid, París y Londres –respectivamente– en 1821, traduciendo aquella obra “libremente al español”.
Un verdadero lujo a su alcance.